lunes, 2 de agosto de 2010

Debate GAFE. Reflexiones hipócritas de un escombrero gustoso de (mal-)informarse.

Nadie ponía en duda que cuando el gigante soviético -de pies de barro- mostraba las debilidades propias de un gran imperio, bajo el mando de gobernantes incapaces, que vaciaban las arcas de la madre patria rusa por la estúpida competencia armamentística con los autodenominados "salvadores de la humanidad", uno de los grandes pasos para iniciar un camino democratizador tenía que venir de la mano de una reforma, de una liberalización del sistema político y por ende, de los medios de comunicación e información.
La Glásnost, fue el nombre que recibió esta reforma y venía a completar la que venía produciéndose en el terreno económico que suponía la Perestroika, la gran apuesta de Mijaíl Gorbachov. La idea era clara, las medidas económicas son fundamentales, un gasto razonado y coherente del presupuesto estatal como uno de los puntales de la "reconstrucción", pero para los ojos almendrados de los críticos del mundo del capital era la apuesta decidida e inalterable por la libertad política, por el fin de la censura a las voces críticas y el apoyo hacia la diversidad de opiniones y a las posturas foráneas, lo que constituía la pieza, sin duda, más importante para hacer realidad los cimientos de la futura Rúsia.
¡Cuánto nos suena esto!No hacía falta irse muy lejos para observar como cualquier régimen con ánsias de control después de la tutela del ámbito educativo, pone sus miras en cortar las alas de unos ciudadanos que se ven desprovistos de cualquier libertad de informar y ser informado.

Aparentemente las cosas han cambiado, incluso de forma brutal, o eso dicen y especialmente en lo referido a los medios de información y comunicación.
Hoy en día, cada persona, ataviada con sus ropas de marca, comprada a senegaleses y con un único teléfono móvil, se convierte en un corresponsal potencial del lugar en el que esté. A partir de aquí, cualquier noticia por estúpida que sea puede recorrer el mundo en unos pocos minutos con el soporte de la gran red de redes. Son las ánsias de informar de lo que sea y en cualquier momento, para un público de más de mil millones de personas que esperan cosas que poder contar y sentirse así, informantes informados. Vamos, como aquí el que escribe.

Los medios de información han perdido parte de la función que tenían desde siempre, informar con la mayor prontitud posible de los hechos importantes acaecidos. La exclusividad de una noticia debe quedar más que remarcada en pro del respeto y el prestigio de una cadena de televisión, un informativo de radio o de un periódico entero. Es de vital importancia ser el primero en dar el bombazo y por ello en ocasiones el periodista debe deshacerse de su pluma - o su Mac- para enfundarse el traje de bufón del reino o maruja de la cola de carnicería justo antes de remendar las calzas de la abuela. Si tu noticia no interesa, aderézala con gracia; si no tienes noticia, créala de la nada, no es tan difícil, sólo es cuestión de dejar la ética profesional en casa en un tarrito pequeño, muy pequeño y tragarse el orgullo, si es que todavía se sigue gastando. Nos nutrimos de carnaza, y lo saben, "panem et circenses", Nerón lo comprendió hace veinte siglos.

Digamos que es un animador Socio-cultural. El amigo al que se oye hablar también comprende como funcionan las cosas y decide incitar a las mujeres que tiene a su lado para increpar y arrancar la cabeza si fuera menester a un presunto asesino. Uy, se me olvidaba, a los pocos días demostraron que era totalmente inocente...menos mal que he dicho presunto.



La información deportiva es la que se lleva la palma en la desprofesionalización de este gremio, en este proceso de caída en el amarillismo, sensacionalismo y partidismo más atroz que se recuerda desde las bulas de Alejandro VI o las portadas del periódico Granma. Siguiendo la estela del mundo del corazón -le quedaría mejor otra viscera para definir mejor este mundillo, quizá el hígado- han surgido como por encantamiento cientos de periodistas profesionales del deporte, algunos es posible que sean tertulianos políticos frustrados, cuya misión es hablar o escribir -aquellos más duchos, claro- sobre una noticia durante días, días y días, hasta que surja otra que supere en importancia a la anterior. Aquí es donde entran los "supuestos" -trasunto del "presunto" tan óptimamente utilizado por las hienas del higadillo- e invenciones varias para suplir la falta de información de importancia y para llenarnos el gaznate de las dulces veleidades que supone estar informado de algo ya y ahora.


Eso es, lo mejor para no crear polémica.



Claro que si, creo que hoy en día es miembro de honor del club


Fichajes, traspasos, declaraciones, abandonos, vidas privadas, confrontaciones entre clubes de ciudades diferentes; néctar divino al alcance de todos, suave bocado que sacia nuestra alma y nuestro espíritu, droga para nuestras venas. Uhm¡ Me siento genial, tengo algo que contar y lo necesito contar ya..

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